miércoles, 18 de noviembre de 2015

Ciencia divulgativa: biorremediación

Hoy os traemos un término que quizá hayáis oido en las noticias: biorremediación. ¿Bio quéeee? Bio-rremediación. Es decir, literal e intuitivamente, remediar algo por medio de la Biotecnología. ¿Qué es ese algo? Pues teóricamente favorecer la degradación de cualquiera de todos esos compuestos contaminantes que, en nuestra vida diaria, arrojamos al medio que nos rodea, como pueden ser los plásticos (en las bolsas del supermercado, embalajes de juguetes, etc...), o que accidentalmente, o como consecuencia de las negligencias cometidas por los responsables correspondientes, se vierten de forma desmedida, como puede ser el vertido de un barco petrolífero (hay montones de tristes recuerdos asociados a esto. En nuestro caso, sigue muy presente el vertido del Prestige, y anterior a esto, fue un auténtico drama el vertido del Exxon Valdez en Alaska, en 1989).

Si nos ponemos un poco más serios, la revista Nature  (http://www.nature.com/ ) nos da la siguiente definición:  "la Biorremediación es un proceso que utiliza organismos vivos, fundamentalmente microorganismos y plantas, para degradar, reducir o detoxificar productos de desecho o contaminantes". Vale, muy bien, ¿y en qué se traduce esto para que se entienda más fácilmente? 

En la naturaleza, además de todo lo que vemos, hay un mundo de seres "invisibles", microorganismos de todo tipo, especializados en degradar compuestos muy diferentes (en su caso, degradar implica que son capaces de alimentarse de diferentes sustratos). Igual que nosotros, tienen sus "platos favoritos", fuentes de energía que prefieren utilizar antes que otra cosa (simplificando un poco más: entre un plato de pasta fresca cocinada con una salsa carbonara recién hecha, y un plato de acelgas cocidas el día antes, frías y servidas sin sal ni aderezo, ¿con qué te quedas...?). Pues a los microorganismos que son capaces de degradar nuestros compuestos contaminantes, les sucede parecido: prefieren alimentarse de algo más gustoso y rico que de nuestros desechos. 

Actualmente, hay montones de centros de investigación con grupos que se interesan en estudiar de qué manera determinados microorganimos son capaces de degradar compuestos extremadamente contaminantes, dado que hay que dar alguna solución a todo lo que arrojamos por ahí. En nuestro país, hay un ejemplo muy especial que sirve de modelo, y son las minas de Río Tinto, en Huelva, cuya explotación se inició en el 3.000 a.c, y que ha continuado durante miles de años, favoreciendo una selección especial de microorganismos única en el mundo (tan única que se considera parecida a Marte). Aquí tenéis una foto, extraída de Wikipedia, para que os hagáis una idea.







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